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Link: D I S P A R
Denise Bohn
miércoles, 22 de junio de 2011
lunes, 20 de junio de 2011
D I S P A R
DISLOCACIONES URBANAS
Citas
1.6 La Ciudad Genérica es una ciudad liberada de la cautividad del centro, del corsé de la identidad. La Ciudad Genérica rompe con ese ciclo destructivo de la dependencia: no es más que un reflejo de la necesidad actual y la capacidad actual. Es la ciudad sin historia. Es suficientemente grande para todo el mundo. Es fácil. No necesita mantenimiento. Si se queda demasiado pequeña, simplemente se expande. Si se queda vieja, simplemente se autodestruye y se renueva. Es igual de emocionante – o poco emocionante- en todas partes. Es “superficial”: al igual que un estudio de Holliwood, puede producir una nueva identidad cada lunes por la mañana. (p. 12)
8.3 Aunque infinitamente paciente, la Ciudad Genérica también se muestra persistentemente rebelde ante la especulación: demuestra que la sociología puede ser el peor sistema para captar la sociología en ciernes. Se mofa de cada crítica establecida. Aporta grandes cantidades de pruebas a favor y – en cantidades aún más impresionantes- en contra de cada hipótesis […] Extrañamente, nadie ha pensado que, acumulándolas, las infinitas contradicciones de estas interpretaciones demuestran la riqueza de la Ciudad Genérica : esa es la hipótesis que se ha eliminado por anticipado. (pp. 34-36)
Desarrollo de las citas
La ciudad genérica es extensa y superflua, es una ciudad móvil; cambia, se renueva, se viste y se desviste. La Ciudad genérica está hecha de unos y de otros, todos de acuerdo y a la vez en desacuerdo, se contradice y se condice, es una ciudad de la alteridad, nunca planeada pero por completo medida. La ciudad postmoderna está llena de si y de no, pero muy pocos tal vez.
Estrategia
Utilizar las contradicciones para mostrar el enfrentamiento de los fragmentos de la ciudad
Koolhaas, Rem, La ciudad genérica, Ed. Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2006.
lunes, 6 de junio de 2011
L A C I U D A D D E L A E X P E R I E N C I A
L A C I U D A D H E R I D A
La mirada del recorrido desde otra sensación, desde otro momento. La ciudad muta desde las miradas, mi ciudad es de huellas, una ciudad herida. La arquitectura se moderniza, se cubre de pieles higiénicas, suaves y brillantes, nuestro centro urbano pretende hacerlo. Los edificios conservan las heridas, soportan los dolores de la ciudad postmoderna; las grietas son el reflejo de nuestra nueva ciudad. La urbe se sobre-construye, se reedifica y se sobre-pobla, se injertan piezas que no calzan en el plano, lo que queda "es el residuo de la humanidad [...] su secuela" (Koolhaas, El Espacio Basura. p.1). Es la sensación de que lo que queda de realidad, son solo sus huellas, las marcas del tiempo, de los errores y de la ciudad oculta; las grietas, manchas, tinturas, ausencias y torceduras se ocultan, no son lo que queremos ver en nuestro camino, pero son lo que da vida a una urbanidad que desaparece con cada edificio levantado, remecen nuestra conciencia y nos muestran la ciudad oculta tras la higiénica belleza de la nueva arquitectura.
C I T A S O P O R T E
"Como hemos comentado anteriormente, el segundo camino abierto por el paradigma del cuerpo efímero en la visión organicista de la ciudad hace referencia a las deformidades. Los autores que se han interesado por ellas contraponen al atlético y bien proporcionado cuerpo renacentista y moderno, cuerpos ancianos, cuerpos paralíticos, cuerpos amputados, cuerpos desproporcionados. Tan sólo ellos pueden servir de metáfora de la amorfa ciudad contemporánea."
García Vázquez, Miguel, Ciudad Hojaldre, Editorial Gustavo Gilli, Barcelona, 2004, p.136.
jueves, 2 de junio de 2011
B R A H I M _ O S C A R
El documental de Oscar Brahim se desarrolla en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en plena crisis financiera en diciembre de año 2001. Esta crisis y sus protagonistas políticos son utilizados por Oscar como medio para sus protestas. Él es un taxista de mala situación económica, por lo que desarrolla una crítica frente a la invasión publicitaria a la que se enfrenta en su diario tránsito por la ciudad, es testigo de la transformación de ésta. Un taxista es un personaje que no tiene destino definido, transita por la ciudad sin la ceguera de llegar hasta otro punto: él observa. Se hace presente la lógica de la deriva, en donde la ciudad aparece cuando no hay un fin que cumplir, el simulacro se torna invisible. Oscar es un tipo fastidiado con la sociedad y su anestesia frente al bombardeo publicitario, él se toma las calles utilizándolas de soporte para montar su propio espectáculo.
Y la gente se pelea con el tipo que está en la cola, o se pelea con el de la caja, o se pelea en el supermercado, pero… ¿Por qué la gente no pelea frente a un afiche? ¿Por qué no lo boxea el afiche? Porqué no dice ésta publicidad de mierda me tiene podrido. Tengo ganas de que alguien, te juro, tengo ganas de que alguien agarre la pintura, nosé… que haga una “x” así, y eso lo anuló. Le puso la “x” y dijo: “para mi esta publicidad no es nada”. Una “x”.
Es bajo esta lógica que él decide intervenir la publicidad, por medio de sus propios códigos; es un resistente que intenta evidenciar el poder oculto tras la simbología y retórica de los anuncios. Brahim da cuenta de la intención colonizadora de los sistemas de comunicación, en donde éstos tratan de insertar nuevos valores y necesidades por medio de la imposición de las mismas. “La publicidad es más bien la mediadora entre la racionalidad económica y tecnológica y las normas culturales y nuestra forma de ver, sentir y comprender el mundo.” (Subirats. E. p.147) Él descubre esta intención y la enfrenta por medio de una operación artística; lo que hace es afrontar la anestesia, el aburrimiento social frente a el exceso de estímulo visual, por medio de la intervención en los carteles publicitarios, haciendo que las personas den cuenta que están ahí, o que simplemente se molesten por su intervención: hace llamativo algo que antes era invisible.
Así me gustaría tener un auto a mí. ¿Sabés por qué? Porque no habría tanta preocupación de que te lo afanen. Un auto así, como que no… y no hay tanta preocupación de tu ego y de tu yo, ¿Entendés? El auto es la prolongación de uno.
Oscar critica el deseo que impone la publicidad. A lo que el apunta con esta frase, es a cómo el mercado genera una necesidad en las personas y éstas requieren de los objetos para demostrar que y quienes son, es por ello que habla del objeto como prolongación del yo, porque la publicidad ha internalizado en los individuos la insatisfacción, ha hecho que el sujeto se encuentre en una constante búsqueda; se refiere al goce, a una especie de deseo que no tiene un objeto definido al que perseguir, solo es consumo. Por otra parte, la publicidad ha generado una serie de signos y símbolos que ya están dentro de nuestras concepciones básicas de realidad, por lo que se nos hace lógico necesitar lo que ésta promueve: hemos sido colonizados por la insaciable publicidad, tornándonos también nosotros en sujetos insaciables e inducidos por el consumo. Los medios hoy tienen una influencia muy fuerte: “Seamos o no sus nuevos “creyentes”, la televisión y los media controlan nuestro conocimiento y conversación, influencia nuestras ideas y nuestras distracciones, tiranizan nuestras horas de descanso…” (Dyer. p.123 [citado por Subirats, p. 150]) Lo que nos dice Subirats y nos afirma Brahim, es que es el mercado, como poder, es quien nos ha generado como sujetos de consumo, ya que el poder no nace de una relación entre sujetos, sino que los antecede; el poder produce al sujeto. Al igual que todo discurso, la publicidad genera adhesión y por contraparte, genera resistencia; Oscar Brahim se encuentra en la oposición, utilizando signos de la publicidad para ir en contra de la misma, es antagonista del poder y nace desde su propio discurso.
Si vos lo tomás de una manera épica, la ciudad es una batalla, es un territorio de batalla visual. Es la pantallita que todo el día te está diciendo como tiene que ser tu vida, y a mí eso me enferma y me voy a morir enfermo. Los humanos nos acostumbramos a todo, somos un bicho que nos acostumbramos a todo, es como que estamos ya anestesiados. No hay ningún virus que pueda descontagiarte de esta invasión absolutamente visual.
Por medio de éste trabajo, el taxista expone la ciudad como escenario del espectáculo: la arquitectura es utilizada como soporte para la publicidad, modificando los espacios urbanos, la publicidad por su parte es utilizada por Brahim, como medio para desarrollar su discurso de protesta político-social, haciendo visible el soporte. La intervención logra dar cuenta de la existencia de un elemento tipo “pantallita” que pierde sentido frente a la operación que hace Oscar sobre éste dispositivo, exponiéndose el soporte mediático y el soporte ciudad.
jueves, 26 de mayo de 2011
T R O P A D E É L I T E
Introducción a la Película
(texto seleccionado para realizar análisis)
Rio de Janeiro tiene más de 700 favelas, casi todas dominadas por traficantes armados hasta los dientes. No son solo negros con AR15, UZI’s, AK47 y más. En el resto del mundo esas armas son usadas para la guerra… en Rio, son las armas del crimen. Un tiro de 7.06 atraviesa un auto como si fuera de papel.
Es estúpido pensar que en una ciudad así, la policía va a subir a las favelas solo para hacer cumplir la ley. El policía tiene familia y también tiene miedo de morir. Es por eso que en esta ciudad, todo policía tiene que escoger, o se corrompe, se esconde o va a la guerra.
A la mayoría de las personas no les gusta la guerra, y el mayor Oliveira no es la excepción. Todos los viernes sube al morro para buscar… el arreglo, el dinero que los policías corruptos cobran para encubrir el tráfico de drogas. Los traficantes viven en guerra, pero también quieren sobrevivir. Para qué intercambiar tiros con la policía, si se puede negociar.
Solo que aquella noche había un policía que no estaba ahí por el dinero, era el capitán Favio, el estaba ahí obligado y con el culo en la mano. Si Favio no hubiese estado en esa situación, Neto y Matías no habrían subido la favela. Neto y Matías nunca se iban a someter ni corromper, ellos eran honestos.
La verdad es que la paz en Rio depende de un equilibrio delicado entre la munición de los bandidos y la corrupción de los policías. La honestidad es parte del juego. Es un equilibrio inestable que puede ser roto por la menor de las torpezas, y aquel viernes pegó fuerte en Babilônia. Fue aquella noche en que Neto y Matías decidieron ir a la guerra.
Si Rio dependiera solo de la policía convencional, los traficantes ya habrían tomado la ciudad mucho tiempo atrás. Es por eso que existe el BOPE, tropa de elite de la policía paramilitar. En teoría, BOPE es parte de la policía militar, en la práctica, es una policía completamente diferente. El símbolo del BOPE deja claro lo que pasa cuando entramos a la favela; y nuestra boina no es azul… es negra. El BOPE fue creado para intervenir cuando la policía convencional no puede, y en Rio de Janeiro, eso pasa siempre.
(Tropa de Elite, m. 1’ 25’’ - 6’ 45’’)
Desarrollo del Análisis
La película se desarrolla en las favelas de Rio de Janeiro, las que se caracterizan por ser espacios de ocupación espontánea, lo que ha generado una arquitectura de crecimiento orgánico y no determinada por un planeamiento urbanístico, a diferencia de lo que plantea Soja en “El archipiélago carcelario” de Postmetrópolis, que apunta a una reestructuración en ciudades como Los Ángeles, que bajo el concepto de ciudades carcelarias, se convierten en espacios normalizados y estrictamente restringidos por la seguridad y el control social. En estos espacios, se ha erradicado a los pobres, por considerarlos como un peligro inminente para los más ricos, quienes se han encargado de trasladar a este grupo de “criminales” hacia la periferia. En el caso de las favelas, ocurre el proceso inverso, ya que la ocupación de terrenos ubicados en el centro de la ciudad no pudo ser erradicada por parte del gobierno (incapacidad del estado), instalándose así estos aglomerados poblacionales que no se rigen por las normas de planificación territorial, es una suerte de anarquía social y constructiva en donde impera la violencia. Lo que se genera es un proceso de desigualdad social, en donde la transformación del espacio urbano conduce a la desintegración del cuerpo social, una “marginalidad avanzada” (Wacquant, p.168)
“Todos los fenómenos sociales son, hasta cierto punto, la obra de voluntad colectiva, y ésta implica la elección entre diferentes opciones posibles. […] El ámbito de lo social es el ámbito de la modalidad.”
(Marcel Mauss. “I es civilisations. Elements et formes” 1929).
En la ciudad posmoderna el control se ejerce desde la arquitectura, ya que es el soporte en el cual se instala la seguridad en puntos estratégicos planeados dentro del orden urbano. Las favelas en cambio, no están provistas de este orden, por lo que el único medio que queda para ejercer control, es la fuerza policial o de control militarizado. En la película, Nacimiento nos explica que la policía convencional se enfrenta a opciones y debe elegir, ya que ésta policía esta en función de una ciudad formal posiblemente medible o manejable, lo que dificulta su acceso a las favelas para imponer ley y orden; finalmente lo que les conviene hacer para tener cierto grado de control, es fidelizar con los habitantes de los morros, específicamente con los narcotraficantes que son quienes controlan las favelas. Es una cuestión de sobrevivencia, la voluntad colectiva, en donde todos los participantes pueden elegir ser o no parte del juego. BOPE genera una estrategia que se adapta a la estructura genérica de la favela, analizando su arquitectura y utilizándola como medio para atacar los puntos vulnerables para los traficantes. Las favelas son una especie de trincheras, en donde se desata una guerra que no puede ser combatida por la policía convencional, ya que tienen debilidades en estrategia, armas y formación, sino por una “tropa de élite” con entrenamiento paramilitar. La ciudad se transforma en campo de batalla, en donde las decisiones han sido determinadas por la voluntad política y por otrora, por la voluntad social; lo que ha ocurrido es respuesta a un mal manejo que es sabido como tal, un manejo no efectivo de las políticas de mejoramiento urbano y social.
Por medio de la introducción de film podemos comprender que la clave de la participación de una policía convencional, es que genera un equilibrio, finalmente contiene la guerra por medio de la corrupción que tiene que ver con acuerdos entre traficantes y policías, que en cierto modo sirven de impedimento al desenfreno colectivo, pero que por otra parte, están en desmedro del desarrollo y el crecimiento: “expertos en políticas públicas están marcadamente preocupados por impedir o contener los “desordenes” que se preparan dentro y en torno de los enclaves de expansión de declinación y abandono urbano.” (Wacquant, p.170). Como nos habla en Parias Urbanos, el problema de la marginalidad social radica en la prosperidad económica y las políticas gubernamentales, en las que es el Estado, quien genera las mayores desigualdades y desintegración urbana, ya que resulta mucho más rentable militarizar el conflicto, que dar oportunidades para sacar a los habitantes de las favelas del narcotráfico; es el imperio del mercado y la ausencia de la ética político-cultural.
Frente a esta situación, el hemisferio “criminal” de la sociedad brasileña, ha fundado una banda carcelaria en la cual se organizan los reos para “combatir la opresión”: es el Primer Comando Capital (PCC). La mafia se organiza políticamente, pasan a ser sujetos revolucionarios que despiertan en razón a su marginalidad social y económica. Es la llamada desesperanza aprendida, son sujetos que asumen la discriminación y deciden enfrentar al Estado, no buscar beneficios.
Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social. […] Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bomba. En las villas miseria hay cien mil hombres-bomba. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. […]¿Qué cambió en las periferias? Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio. ¿Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. […] Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. […]Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. […]
Marcos Camacho
Diario O Globo, Editorial Segundo Cuaderno
23 de Mayo de 2007
La policía militarizada, los traficantes armados para una guerra que se ha desatado en base a la desigualdad, a la falta de posibilidades de estos sujetos condenados a la obsolescencia, es el escenario al que se enfrenta Brasil; el tráfico de drogas ha sido la respuesta y solución económica frente a la ausencia de trabajo, y ha resultado un negocio rentable. Estos sujetos tienen dinero, ya no necesitan del Estado, por ello lo combaten y éste responde con la misma violencia que es atacado. Waqcuant propone que una posible solución es hacer una “reconstrucción fundamental del Estado de bienestar” por medio de la cual se entreguen a la sociedad, los elementos necesarios para es surgimiento, pero por su parte, Camacho, líder del PCC, exclama que es imposible una solución, que ellos ya son una empresa rica, que en el sistema están involucradas incluso altas autoridades o participantes de la policía; el problema está radicado y no están dispuestos a prescindir de lo que han logrado: tienen dinero, armas, drogas y control.
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